Mitología de las Constelaciones

Mitos de Otoño

Perseo y Andrómeda, una historia cruel

Por Lourdes Cardenal

La historia de Perseo, es sin duda, una historia cruel.


Fue concebido por Zeus, que tomó la forma de una lluvia dorada, para llegar hasta la princesa Dánae, encerrada en una torre por su padre el rey Acrisio, a quien el oráculo le reveló que moriría a manos de su nieto varón.


Cuando supo de la existencia del hijo de Dánae, Perseo, a pesar de todas sus precauciones, quiso acabar con él, pero temiendo la cólera de los dioses frente al asesinato, optó por no mancharse las manos de sangre y encerró a la madre y al hijo en un arcón que arrojó al mar, esperando que murieran.

Pero Zeus, tuvo piedad de ambos, calmó las olas y les permitió llegar a una isla del Egeo llamada Sérifos, para refugiarse bajo la protección de Dictis, el pescador que los recogió del mar.


Cierto día Perseo, se jactó de que podía matar a la temible gorgona Medusa, cuya mirada podía convertir instantáneamente a los hombres en piedra. Aprovechando esta oportunidad, el rey de la isla, Polidectes, que odiaba al joven, desafió a Perseo a que cumpliera su promesa.

Dánae, de John William Waterhouse (1892).  Fuente: © Wikimedia Commons

La tarea parecía imposible, pero Perseo recibió la ayuda de los dioses Hermes y Atenea, que le brindaron su consejo y le regalaron los objetos con los que pudo decapitar al monstruo.


Perseo viajó hasta el fin del mundo y se acercó a las gorgonas, mirándolas solo a través del reflejo en su escudo pulido. Nuestro héroe de pies ligeros, invisible gracias a su casco, decapitó a Medusa usando su espada divina.

Cabeza de Medusa, de Peter Paul Rubens (1618).  Fuente: © Wikimedia Commons

De la sangre derramada, nació Pegaso, el caballo alado, que le sirvió a Perseo para escapar volando con su premio.


Entretanto, muy lejos de allí, reinaban en Etiopía Cefeo y Casiopea, padres de la princesa Andrómeda.
Un día, a Casiopea se le ocurrió decir que su hija Andrómeda era más hermosa que las Nereidas, las ninfas del mar hijas de Nereo y de la oceánide Doris.


Profundamente ofendidas, fueron corriendo a su padre para contarle tal atrevimiento, y éste, furioso y contrariado por la actitud orgullosa de los humanos, mandó a las aguas del océano para que inundaran las ciudades del reino, enviando además a un horrible monstruo marino que devoraba todo cuanto se cruzaba en su camino.


Apenados por ello, los reyes consultaron el oráculo de Zeus, que le dijo al rey Cefeo la única manera de aplacar la ira del dios: ofrecer a su hija Andrómeda en sacrificio.


Por eso, el regente ordenó que la encadenaran a las rocas del acantilado para que la bestia se la comiera.

Perseo, que pasaba por allí después de haber matado a Medusa, vio a la hermosa joven encadenada y se quedó prendado de su belleza. Andrómeda, por entonces, estaba prometida con su primo Phineus, pero aun así éste no se atrevió a desafiar al monstruo y rescatarla. Perseo, entonces, le propuso al rey y padre de la joven, que, si mataba él a la bestia, se le permitiera casarse con Andrómeda.


Cefeo y Casiopea estuvieron de acuerdo, y Perseo regresó al acantilado. Tan pronto como el monstruo apareció para devorar a su presa, la bella Andrómeda, Perseo utilizó su casco para hacerse invisible y las sandalias aladas de Hermes.

Perseo y Andrómeda, de la Escuela de Bolonia (s. XVII).  Fuente: © Wikimedia Commons       

Tras una feroz batalla, el joven héroe mató a la bestia hiriéndola en un costado con su espada, y acto seguido, convirtiéndola con la cabeza de Medusa en una enorme roca que se hundió para siempre en el fondo del mar. Con su espada también cortó las cadenas que apresaban a Andrómeda.


Una vez que su hija y su reino estuvieron a salvo, Cefeo cumplió el pacto establecido con Perseo, y éste se casó con Andrómeda.


Pero durante la boda, Phineas y cientos de sus seguidores, invadieron la sala de la ceremonia para tratar de recuperar a la princesa, proclamando a éste como el único prometido de la joven y heredero al trono.

Perseo petrifica a Phineas y sus secuaces, de Luca Giordano (1680).  Fuente: © Wikimedia Commons

Ambos bandos, el de Phineas y los que defendían a Perseo, se enfrentaron y en el transcurso de la lucha, Perseo increpó a sus enemigos para que volviesen la mirada. Sacó entonces la cabeza de Medusa y doscientos partidarios de Phineus quedaron convertidos en piedra.

 

Ante tal horror, el antiguo novio se arrodilló pidiendo perdón, pero Perseo, no podía compadecerse, y usando la cabeza de Medusa, también acabó convirtiéndolo en piedra.

 

Después, volvió a la isla de Sérifos, acompañado por Andrómeda, para rescatar a su madre y convocó a Polidectes para enseñarse su trofeo, teniendo cuidado de que mirara directamente a los ojos de la gorgona. Inevitablemente, también se convirtió en piedra, junto con cientos de sus súbditos.


Viendo ya que la cabeza de Medusa tenía tanto poder, Atenea la reclamó para sí y la colocó en su escudo, a fin de evitar nuevas masacres.
Perseo y Andrómeda permanecieron unidos el resto de sus vidas y tuvieron varios hijos.


Cuando murieron, la diosa Atenea los elevó al firmamento, como constelaciones, junto a los padres de Andrómeda, el caballo Pegaso y el monstruo marino, Cetus.

Todas las constelaciones que cuentan esta historia, tienen hermosas formaciones astronómicas.

 

CONSTELACIÓN DE PERSEO

 

Perseo es una constelación de tamaño medio-grande, fácil de distinguir en cielos relativamente oscuros. En ella, el semidios, erguido, sostiene en su mano la cabeza de Medusa, mostrando cerca de su cabeza un doble cúmulo que puede verse sin necesidad de usar un telescopio.


La estrella más brillante de la constelación es la doble Mirfak (α Persei), pero es el inquietante ojo de Medusa, la estrella β Persei, Algol (del árabe Ra’s al-Ghul, que significa “La cabeza del demonio”), la estrella más conocida de Perseo. Representando el ojo en la cabeza de la Gorgona Medusa de la mitología griega, varía en magnitud aparente desde un mínimo de 3,5 hasta un máximo de 2,1 en un período de 2,8 días. El sistema estelar es el prototipo de un grupo de estrellas binarias eclipsantes denominadas “variables Algol”. La principal caída en el brillo surge cuando el compañero más grande y más débil pasa frente al primario más caliente y brillante, eclipsándolo. Además, Perseo cuenta con otras 4 binarias eclipsantes similares.


Esta constelación también es conocida por albergar el radiante de la lluvia de estrellas más famosa del año, Las Perseidas. Sin embargo, en tiempos modernos el radiante se ha desplazado a las áreas de Cassiopea-Camelopardalis. La lluvia de meteoros se produce cuando la órbita de la Tierra atraviesa la estela del cometa 109-Swift-Tuttle. Este cometa, de 26 kilómetros de diámetro, completa una órbita alrededor del sol cada 133 años. En su viaje por el sistema solar pierde parte del material que lo compone. Y cuando la Tierra intercepta este material, lo atrae gravitatoriamente, dando lugar a la lluvia de meteoros observables desde nuestro planeta.


Los cometas son cuerpos helados que provienen de los confines de nuestro sistema solar y, a medida que se acercan a nuestro sol, se van derritiendo, dejando tras de sí una hermosa cola de pequeñas partículas. Con el paso del tiempo estos rastros de materia se cruzan con la órbita de nuestro planeta, que viaja a la nada despreciable velocidad de 107.000 km/h. Hay que imaginar esas pequeñas partículas entrando a esas velocidades en nuestra atmósfera. El calor que generan por el simple rozamiento del aire contra ellas es tan grande que arden en el cielo, dejando una hermosa traza iluminada.


Como esta constelación atraviesa el plano galáctico de la Vía Láctea, hay numerosos objetos interesantes.

C14, el cúmulo Doble de Perseo, es distinguible a simple vista en cielos relativamente oscuros, coronando la cabeza del héroe.


También se aloja aquí la nebulosa planetaria M76, conocida como la Pequeña Nebulosa Dumbbell, muy parecida a M27, pero más pequeña.
Atravesando una de sus piernas, la rojiza Nebulosa California, NGC 1499, una nebulosa de emisión, cruza la figura en diagonal.


Entre otras nebulosas de emisión, está NGC 1491, la nebulosa Huella Fósil, nombre que toma por la curiosa forma de huella con la que aparece en el cielo.

 

CONSTELACIÓN DE ANDRÓMEDA

 

Esta constelación, de tamaño grande, se encuentra situada entre Pegaso y Perseo, y sus estrellas más brillantes son de 2ª magnitud. Es sobre todo conocida por albergar la galaxia del mismo nombre.


Su estrella más brillante es la binaria variable Alpheratz (α Andromedae). De hecho, esta estrella alfa, pertenecía antiguamente a la vecina Pegaso, pero la Unión Astronómica Internacional decidió regalarle a la princesa la estrella delta Pegasi, uno de los vértices del cuadrado del caballo alado, para que su brillo la identificara siempre.

Pero con diferencia, el objeto más famoso es M31, la gran Galaxia de Andrómeda, con un tamaño aparente en el cielo de 6 lunas llenas, que es el objeto más lejano visible a simple vista.


La acompañan sus dos galaxias satélites, M32 y M110.

 

Esta galaxia se halla en rumbo de colisión con la Vía Láctea, hecho que sucederá dentro de millones de años. Probablemente, después del impacto se creará una galaxia gigante elíptica, a la que se ha pensado llamar, (qué ironía), Lactómeda, como si fuéramos a estar aquí de observadores cuando esto se produzca.


Al encontrarse esta constelación alejada del plano galáctico, no hay otros objetos relevantes. Destacan la nebulosa planetaria C22, Bola de Nieve Azul y el cúmulo abierto C28.

 

CONSTELACIÓN DE CASSIOPEIA

 

La reina aparece en toda su majestad, sentada en su trono, mostrando el brillo incomparable de la W más reconocible del cielo.


Al ser una constelación circumpolar, nunca se oculta, por lo que puede verse todo el año, pero es en otoño cuando se encuentra alta en el cielo nocturno. Resulta muy fácil de distinguir por sus estrellas que forman el conocido asterismo en forma de W.


Sus estrellas más brillantes son las cinco que forman el asterismo, siendo las más conocidas Schedar (α Cassiopeiae), un sistema cuádruple, y Caph (β Cassiopeiae), una estrella doble variable pulsante.

Como Cassiopea atraviesa la Vía Láctea, alberga importantes nebulosas y cúmulos abiertos.


Los objetos más conocidos son quizás IC 1805, la Nebulosa Corazón e IC 1848, la Nebulosa del Alma, dos nebulosas de emisión vecinas a unos 7500 años luz de distancia.


Otro objeto de aparente delicadeza es C11, la Nebulosa de la Burbuja, una región HII cerca del cúmulo abierto M52. Su forma de burbuja, o de pompa de jabón, que le proporciona su etéreo aspecto, se debe al viento estelar producido por su estrella central.


Por último, NGC 281, la Nebulosa Pacman, es una brillante nebulosa de emisión cuya forma recuerda al personaje del videojuego.

 

CONSTELACIÓN DE CEFEO

 

El rey descansa sentado al lado de su esposa. Igual que ella, es circumpolar, nunca se oculta, por lo que puede verse todo el año, pero es en otoño cuando se encuentra más alta en el cielo nocturno.


Sus estrellas, son de 2ª y 3ª magnitud, siendo la más brillante Alderamín (α Cephei), una estrella doble.


Una estrella muy conocida de Cefeo es Erakis (μ Cephei), también llamada Estrella Granate de Herschel debido a su color rojo intenso, pues se trata de una supergigante roja que se puede observar a simple vista.

El cielo profundo en Cefeo es el paraíso de los astrofotógrafos, pues es rico en nebulosas oscuras, de emisión y reflexión, así como algunos cúmulos abiertos interesantes.


C4, la Nebulosa Iris, una misteriosa nebulosa de reflexión azul asociada a nubes de polvo interestelar, hace honor a la belleza de la diosa del arco iris de la que toma el nombre. Su imagen se asoma entre las nubes, dando un reflejo crepuscular a cuanto la rodea.


IC 1396, por el contrario, es una rojiza nebulosa de emisión que contiene una famosa nube oscura, denominada inevitablemente Trompa de Elefante.


C9, conocida como Nebulosa de la Cueva, es una nebulosa brillante tenue y muy difusa, localizada dentro de un complejo de nebulosas más grande, que a su vez las contiene de emisión, reflexión y nebulosidad oscura, lo que crea un hermoso conjunto.


El cúmulo abierto NGC 7380 fue descubierto por Caroline Herschel, aunque obviamente la astrónoma sólo pudo descubrir el cúmulo asociado. Pero la nebulosidad circundante que se pudo observar gracias a la mejor tecnología que después se utilizó, se conoce entre los astrónomos como la Nebulosa del Mago por su silueta. El mago aparece con claridad, tocado con su picudo gorro y lanzando un hechizo desde sus manos abiertas.


LDN 1235 o Nebulosa del Tiburón Oscuro, es una extensa nebulosa oscura y de reflexión, cuya silueta recuerda a un escualo cósmico.

 

CONSTELACIÓN DE PEGASO

 

Mirando al cielo de otoño, es inevitable descubrir un enorme cuadrilátero hecho de estrellas. Forman parte de la séptima constelación más extensa, fácil de distinguir gracias al asterismo conocido como “Cuadrado de Pegaso”.


Sus estrellas más brillantes son de 2ª magnitud, como Markab (α Pegasi). El caballo alado le regaló gentilmente a su princesa la estrella más brillante, Alpheratz, uno de los vértices del cuadrado de Pegaso, Delta Pegasi, en 1922, con el establecimiento definitivo de los límites de las constelaciones, que de ese modo pasó a ser α Andromedae.

Como Andrómeda, al hallarse alejado del plano de la Vía Láctea, no contiene nebulosas ni cúmulos abiertos, pero sí destacan sus galaxias, y un hermoso objeto Messier, M15, es uno de los cúmulos globulares más antiguos conocidos.


El Quinteto de Stephan (NGC 7320) es un cúmulo de cinco galaxias a una distancia de 300 millones de años luz y es único por sus galaxias en interacción. Dos de las galaxias en el medio del grupo claramente han comenzado a colisionar. Los astrónomos han predicho que las cinco galaxias podrían eventualmente fusionarse en una gran galaxia elíptica.


C30 es una galaxia gemela de la Vía Láctea, por su tamaño y estructura, y es la componente más brillante de un grupo de galaxias conocida como Grupo de Ciervos Lamiendo. Este curioso nombre simplemente se debe a la casualidad de que el astrónomo que lo observó se encontraba en un paraje donde afloraba un lago salino donde los ciervos, y otros hervíboros del lugar acudían a lamer la sal precipitada de sus aguas.


Otra galaxia menos conocida es C43, o Galaxia Pequeño Sombrero.

 

CONSTELACIÓN DE CETUS

 

Siendo el monstruo marino, tuvo el honor de ser alzado al firmamento y de que su constelación sea la 4ª más extensa, visible en cielos oscuros, presentando la parte más característica con el asterismo conocido como “Cabeza de Ballena”.


Algunas de sus estrellas son peculiares. Las más brillantes son de 2ª magnitud, como Menkar (α Ceti) y Diphda (β Ceti).


Sin embargo, la más conocida de esta constelación es Mira la “maravillosa” (Omicron θ Ceti), la primera estrella variable descubierta. Durante un periodo de 332 días, alcanza una magnitud máxima de 3 (visible a simple vista) y desciende a una magnitud mínima de 10 (invisible a la vista), con lo cual aparece y desaparece del firmamento, por lo que se la consideraba una estrella mágica y especial: La estrella Maravillosa.

 

Como Cetus se encuentra muy lejos del plano galáctico, los objetos predominantes son galaxias, ya que no están oscurecidas por el polvo de la Vía Láctea.


Entre ellas, destacan M77, la Galaxia Ballena A y C62, la galaxia Ojo de Aguja.

 

EPÍLOGO

 

Las Nereidas simbolizan todo aquello que hay de hermoso y amable en el mar. Cantan con voz melodiosa y bailan alrededor de su padre. Se las representa como muchachas muy bellas, vestidas con túnicas de seda blanca y coronas de rojo coral. Descalzas, llevan el tridente de Poseidón, de cuyo séquito forman parte. Se aparecen a los hombres montadas en delfines, hipocampos y monstruos marinos. Los griegos las adoraban en altares situados en playas y acantilados, donde se les ofrendaba leche, aceite y miel.

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